Hablemos de Ventas N°54 Junio 2024
Sostenibilidad Empresarial
Camino Hacia el Futuro
Cómo implementar prácticas sostenibles en tú empresa
El primer paso para implementar prácticas sostenibles es llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los procesos y operaciones actuales. Esto permite identificar áreas de mejora en términos de eficiencia energética, uso de recursos naturales, reducción de residuos y cumplimiento normativo. A continuación, es fundamental establecer metas y objetivos claros en relación con la sostenibilidad y medir el progreso de manera regular.
¿Por qué la sostenibilidad es importante para las empresas?
La sostenibilidad empresarial se basa en ser capaz de alcanzar un equilibrio entre la generación de riqueza y el uso de recursos. Estos recursos incluyen los naturales, pero también los humanos, materiales y económicos. Además, ser una empresa sostenible puede disminuir los costos de operación, aumentar la rentabilidad de tus productos y/o servicios, e incrementar el compromiso y motivación.
La implantación de sistemas de gestión medioambiental, cómo la norma UNE-EN-ISO 14001:2015, además de la colaboración con proveedores y socios estratégicos comprometidos con la sostenibilidad, complementado con la a educación y la capacitación de los empleados resultan factores esenciales para el éxito de cualquier iniciativa sostenible.
¿Qué áreas abarca la sostenibilidad empresarial?
Aunque la sostenibilidad empresarial tiene un enfoque integral e indivisible, comúnmente, se identifican tres áreas de trabajo, conocidos como criterios ASG o ESG:
-A de Ambiental: se refiere a toda aquella sostenibilidad relacionada con el medioambiente.
– S de Social: concerniente a todo aquel impacto sostenible a nivel social y de derechos humanos.
– G de Gobernanza: respectivo a la sostenibilidad en cuanto a las formas de gobierno, transparencia, acción colectiva y lucha contra la corrupción.
Pacto Mundial de la ONU,
Según el Pacto Mundial de la ONU, la sostenibilidad empresarial es clave.
Las empresas serán sostenibles o no serán.
Es el momento de practicar una nueva manera de hacer negocios, por la que no solo se trata de hacer dinero. La sostenibilidad transforma las empresas facilitando encontrar oportunidades de negocio ligadas con el desarrollo sostenible. Todo parte de un sistema de valores y un enfoque de principios.
Las empresas deben aplicar los Diez Principios del Pacto Mundial que emanan de declaraciones universales sobre derechos humanos, sociales, el medioambiente y lucha contra la corrupción y traducen esos valores al tejido empresarial.
Son el decálogo básico de la gestión empresarial del que parten las acciones sostenibles.
Los Diez Principios del Pacto Mundial
Medioambiente
Principio 7
Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medioambiente.
Principio 8
Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
Principio 9
Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente.
Anticorrupción
Principio 10
Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
Derechos Humanos
Principio 1
Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
Principio 2
Las empresas deben asegurarse de no ser cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos.
Normas laborales
Principio 3
Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
Principio 4
Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
Principio 5
Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
Principio 6
Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
Valor Fundamental
El futuro de las empresas pasa necesariamente por un cambio en la visión de negocio en el que la sostenibilidad es un elemento esencial. Las empresas no solo han de responder a las crecientes expectativas sociales y normativas, sino que también se tienen que posicionar como líderes proactivos en la creación de un futuro sostenible y ético.